Principios pedagógicos
El
principio fundamental de la ILE era educar a sus alumnos. Para ello es
primordial el principio de la “reverencia máxima al que el niños se debe”, por
lo que se propone sembrar en la juventud la más absoluta libertad y el respeto
más religioso.
La
coeducación es un principio esencial del régimen escolar ya que no existe
fundamento de prohibir en la escuela que uno y otro sexo viven como en la
familia y en la sociedad y acabar así con la inferioridad de la mujer.
Aspira
a que sus alumnos puedan servirse de los libros como fuente principal de
cultura; pero no emplea los llamados de “de texto” ni las “lecciones de
memoria” por creer que todo ello contribuye a petrificar el espíritu y a
mecanizar el trabajo de clase ya que la función del maestro es despertar el
interés vivo del niño.
La
institución considera indispensable la cooperación entre familia y escuela.
La
educación elemental y la secundaria no pueden separase. Forman un proceso
continuo que debe extenderse hasta la universidad.
Las
clases deben ser una conversación entre alumno y maestro, guiada por el
espíritu del descubrimiento.
La
disciplina no puede basarse en castigos, sino en la idea de la corrección y la
reforma.
La
institución pone gran interés en formar en la salud e higiene de los hábitos de
la vida y reniega del sistema corrupto de exámenes y castigos.
Ideas Pedagógicas
Los
hombres de la Institución no se han mostrado muy propicios a manifestar por
escrito sus ideas pedagógicas. Aunque tenían una concepción de la vida y un
sistema de educación definidos, cuando expresan sus ideas lo hacen casi siempre
con un motivo ocasional y en forma esporádica. Para ellos, dada la situación de
España en su tiempo, lo urgente era la actividad educativa, más que la teoría
pedagógica. Antes conviene señalar el origen o la fuente de estas ideas, que se
pueden reducir a tres: en
primer lugar, la filosofía idealista alemana, a través de Krause, Sanz del Río
y Giner, que acentúa el carácter integral y armónico de la vida y de la
educación espiritual.
En
segundo lugar, el carácter liberal, humanista de la educación inglesa, recogido
en las visitas a las instituciones británicas, que realza el aspecto humano,
tolerante y vital en la actividad educativa.
En
tercer lugar, el sentido ético de la mejor tradición filosófica española,
representada sobre todo por el estoicismo senequista y que se manifiesta en el
rigor y la austeridad en la conducta.
Al
lado de estas influencias ideales generales, hay que señalar las propiamente
pedagógicas, que proceden esencialmente de Rousseau, Pestalozzi y Froebel,
quien a su vez fue influido por la filosofía de Krause.
Todo
ello, claro está, sobre un fondo de ideas y experiencias propias, elaboradas y
recogidas en el transcurso de la obra y que han dado a la Institución su
fisonomía peculiar. En este sentido las dos fuentes principales de inspiración
han sido Francisco Giner y Manuel B. Cossío. Giner realzaba más el lado ético
de la educación, mientras Cossío el estético; que el primero consideraba la
educación más como una actividad ideal, y el último como una actividad humana;
que en aquél predominaba la filosofía y en éste la pedagogía.
1 La educación
integral
Cuando
la Institución inicia su vida reinaba en la educación europea una densa
atmósfera intelectualista surgida de la pedagogía herbartiana, que ponía todo
su acento en el valor de la instrucción, así como una tendencia unitaria nacida
del positivismo, que realzaba su aspecto practicista. Frente a este
intelectualismo y utilitarismo, la Institución consideró como objetivo esencial
de su educación la formación de hombres cabales, la persecución de ideales
éticos y el desarrollo de todas las capacidades, tanto físicas como
intelectuales.
Tal
finalidad aparece expresada desde muy pronto, desde que la Institución decide
transformarse en un centro de educación en vez de ser sólo un instituto
preparatorio y universitario, hacia 1880.
La
Institución ha considerado que el proceso de la educación estaba integrado por
dos factores esenciales, uno de cultura general humanista y otro de formación
profesional.
2. La educación
neutral
La
finalidad humanista, integral de la educación, no puede evidentemente
realizarse sino en una atmósfera de tolerancia y neutralidad en las cuestiones
políticas y religiosas. Frente al apasionamiento y la intransigencia observadas
en la vida española, la institución ha mantenido siempre una actitud de respeto
y neutralidad en su educación. Surgida en defensa de la libertad de
investigación y de enseñanza del profesor, tenía también que respetar la
libertad y los derechos del alumno, no imponiéndose dogmas, creencias u
opiniones políticas determinadas.
Este
espíritu de tolerancia y respeto ha sido observado siempre en la Institución.
No ha habido nunca en su enseñanza ni en su vida nada que fuera contra
creencias religiosas u opiniones políticas determinadas. Por el contrario, se
tenía el más escrupuloso cuidado en no herir la conciencia de sus alumnos y
maestros.
3. La educación
activa
La
Institución ha sido una de las primeras de las escuelas de Europa en realizar
una de las ideas básicas de la educación actual: la escuela activa. La idea de
la actividad frente a la pasividad, del hacer creador frente al puro memorizar,
aparece desde los primeros momentos de la vida de la Institución, tanto en sus
enseñanzas como en sus escritos. Es decir, se considera la educación como
auto-actividad, como auxilio para el propio auxilio.
La
forma más original y eficiente de la actividad como medio educativo es la que
introdujo la Institución por medio de las excursiones escolares, que ha
realizado sin interrupción desde 1878, y que han alcanzado por su cantidad y
calidad una altura sin igual en la educación contemporánea.
4. La educación
unificada.
Otra
de las ideas originales de la pedagogía de la Institución, y en la que se
anticipó no sólo a su tiempo sino al nuestro, es la de la unidad y continuidad
de la enseñanza primaria y la secundaria, es decir, la de la educación
unificada. La enseñanza primaria tenía un carácter más bien general elemental,
para la gran masa del pueblo. La enseñanza secundaria, por el contrario, tenía
por fin la preparación para la universitaria, y su objetivo era puramente instrumental,
para una minoría.
La
Institución trató de unir ambas enseñanzas considerándolas sólo como grados de
un solo y único proceso, el de la educación general, humana, y en los cuales se
enseñaba las mismas materias y se aplicaban los mismos métodos, con sólo las
diferencias procedentes del diverso grado de desarrollo.
En
este sentido, el primer paso dado por la Institución consistió en aplicar a la
enseñanza secundaria los métodos de la primaria; así se manifiesta en la
Memoria del año 1878.
5. La coeducación.
La
Institución ha sido también una de las primeras que en Europa ha introducido la
coeducación en la escuela. Tradicionalmente se han venido separando a los
alumnos de uno y otro sexo en la escuela mientras convivían sin dificultad en
la familia, en la calle, en la iglesia, en los espectáculos públicos, etc.
Cierto que las escuelas rurales, por la dura necesidad, eran mixtas, así como
las universidades, pero en la escuela primaria urbana y en la secundaria se
mantenía rigurosamente separados a los alumnos de uno y otro sexo. Frente a
esta separación arbitraria la Institución estableció la coeducación, y en todo
el tiempo que la ha practicado no ha encontrado más que ventajas en ella.
Veinte
años más tarde, en 1918, se suprimen en su Programa los pasajes que se refieren
a los ‘graves obstáculos con que el sistema lucha en nuestro país, y los
conflictos a que una ligera impremeditada implantación del mismo pudiera dar
lugar’, sin duda porque aún no se había convencido a todos de la bondad de la
coeducación, ésta era reconocida, al menos en teoría, como posible. En cambio
se introduce en la última redacción las palabras ‘y la experiencia lo viene
confirmando’ aludiendo también a la realizada en la Institución con
satisfactorio éxito. En efecto, en los años en que ha estado aplicada ésta, es
decir, hasta su desaparición, no ha sufrido ninguna dificultad, sino que por el
contrario se ha extendido a otras instituciones en vista del éxito educativo
obtenida con ella.
Principios y orientaciones
La
Institución se propone, ante todo, educar a sus alumnos.
Para
lograrlo, comienza por asentar, como base primordial, ineludible, el principio
de la "reverencia máxima que al niño se debe". Por eso precisamente
no es la Institución, ni puede ser de ningún modo, una escuela de propaganda.
Ajena, como se ha dicho, a todo particularismo religioso, filosófico y
político, absteniéndose en absoluto de perturbar la niñez y la adolescencia,
anticipando en ellas la hora de las divisiones humanas. Quiere sembrar en la juventud,
con la más absoluta libertad, la más austera reserva en la elaboración de sus
normas de vida y el respeto más religioso para cuantas sinceras convicciones
consagra la Historia.
Pretende
despertar el interés de sus alumnos hacia una amplia cultura general,
múltiplemente orientada.
Para
conseguirlo, la Institución quería el cultivo del cuerpo y del alma, que
"nada les fuese ajeno". Si le importa forjar el pensamiento como
órgano de la investigación racional y de la ciencia, no le interesa menos la salud,
la higiene, el decoro personal, el vigor físico, etc.
La
Institución estima que la coeducación es un principio esencial del régimen
escolar, y que no hay fundamento para prohibir en la escuela la comunidad en
que uno y otro sexo viven en la familia y en la sociedad.
No
existe la separación usual entre la escuela de párvulos, la primaria y la
secundaria, sino que estos tres periodos constituyen uno solo y continuo: el de
la educación general. Los alumnos, conforme al grado de su desarrollo, se
dividen en secciones, dispuestas para que todos puedan tomar parte activa en el
trabajo, y lejos de estudiar "asignaturas" aisladas, las diversas
enseñanzas marchan todas paralelamente, de tal suerte, que el niño debe
aprender, en el fondo y durante todo el tiempo de su educación, las mismas
cosas en las primeras secciones que en las últimas, aunque en la medida y según
el carácter que a cada grado de desarrollo le corresponde.
La
Institución aspira a que sus alumnos puedan servirse pronto y ampliamente de
los libros como fuente capital de cultura; pero no emplea los llamados "de
texto", ni las "lecciones de memoria" al uso, por creer que todo
ello contribuye a petrificar el espíritu y a mecanizar el trabajo de clase,
donde la función del maestro ha de consistir en despertar y mantener vivo el
interés del niño, excitando su pensamiento, sugiriendo cuestiones y nuevos
puntos de vista, enseñando a razonar con rigor y a resumir con claridad y
precisión los resultados.
Por
otro lado, las excursiones escolares forman una de las características de la
Institución desde su origen. Las vacaciones se utilizan, en la medida de lo
posible, para que los alumnos salgan de excursión durante varios días. No sólo
las ciudades, centros y sitios de interés próximos a Madrid, sino casi todas
las regiones de España, han sido objeto, muchas de ellas repetidas veces, de
excursiones más o menos largas. Algunas han llegado a Portugal y a Francia. Hay
excursiones en que predomina el estudio, en otras, el ejercicio físico y el
goce de la vida rural, la marcha por el campo y la montaña, la permanencia
tranquila de aquélla a la orilla del mar, y con frecuencia, la combinación de
estas finalidades.
Pero
en estas excursiones, la cultura, el aumento de saber, el progreso intelectual
entran sólo como un factor, entre otros. Porque ellos ofrecen con abundancia
los medios más propicios, los más seguros resortes para que el alumno pueda
educarse en todas las esferas de su vida. Lo que en ellas aprende en
conocimiento concreto es poca cosa si se compara con la amplitud de horizonte
espiritual que nace de la varia contemplación de hombres y pueblos; con la
elevación y delicadeza del sentir que en el rico espectáculo de la naturaleza y
del arte se engendran; con el amor patrio a la tierra y a la raza, el cual sólo
echa raíces en el alma a fuerza de abrazarse el hombre a aquéllas; con la
serenidad de espíritu, la libertad de maneras, la riqueza de recursos, el
dominio de si mismo, el vigor físico y moral, que brotan del esfuerzo
realizado, del obstáculo vencido, de la contrariedad sufrida, del lance y de la
aventura inesperados; con el mundo, en suma, de formación social que se atesora
mediante el variar de impresiones, el choque de caracteres, la estrecha
solidaridad de un libre y amigable convivir de maestros y alumnos. Hasta la
ausencia es siempre origen de justa estimación y de ternura y amor familiares.
La
Institución considera indispensable la activa cooperación de las familias.
Excepto en casos anormales, en el hogar debe vivir el niño, y a su seno volver
todos los días al terminar la escuela. Esta representa para él lo que la esfera
profesional y las complejas relaciones sociales para el hombre; y al igual de
éste, no hay motivo para que el niño perturbe, y mucho menos suprima, sino
excepcionalmente, la insustituible vida familiar, sagrado e inviolable asilo de
las intimidades personales. Nada tan nocivo para la educación del niño como el
manifiesto o latente desacuerdo entre su familia y la escuela. Nada, por el
contrario, tan favorable como el natural y reciproco influjo de una en otra.
Aporta
la familia, con el medio más íntimo en que el niño se forma y con sus factores
ancestrales, un elemento necesario para el cultivo de la individualidad. Y por
la familia, principalmente, recibe la escuela la exigencia más espontánea y
concreta de las nuevas aspiraciones sociales, obligándola así a mantener
abierta, flexible, viva, en vez de languidecer petrificada en estrechas
orientaciones doctrinarias. La escuela, en cambio, ofrece, sobre aquellos
materiales, la acción reflexiva, el experimento que pone a prueba, que intenta
sacar a luz lo ignorado, y que aspira a despertar la conciencia para la
creación de la persona. Y a la familia ha de volver, para que también ella
misma se eduque, la depuración de aquellas aspiraciones. Los resultados
prácticos de la elaboración sistemática de los principios educativos, que como
su especial obra le incumbe, Establecer esta intima relación entre escuela y
familia, no sólo mediante el niño, sino directamente, es tal vez hoy el problema
pedagógico-social de superior interés y novedad en los pueblos más cultos.
En
un principio, los objetivos eran:
- Estudios
de cultura general (o de segunda enseñanza) y profesionales, con los efectos
académicos que les conceden las leyes del Estado.
-Estudios
superiores científicos.
-Conferencias
y cursos breves de carácter, ya científico, ya popular.
-Una
Biblioteca y los Gabinetes dotados del material correspondiente.
-Un
Boletín para publicar sus documentos oficiales y trabajos científicos.
-Concursos
y premios, y cuanto contribuya a promover la cultura general y sus propios
fines
-Pero
el objetivo fundamental de la Institución Libre de Enseñanza es la defensa
total de la libertad de enseñanza. Encontramos
un proyecto de regeneración moral es el intento de crear el «hombre nuevo»
proyecto de la filosofía krausista, capaz de enfrentarse con la situación moral
del país, profundamente degradada; de superarla y potenciar un nuevo modelo
individual y colectivo, más racional, más ético y más humano.
-Que
los poderes públicos emprendieran una serie de reformas que España necesitaba
en los terrenos jurídico, educativo y social.
Método
El método de esta corriente se basa en los
siguientes aspectos:
1
Consiste en la
ausencia de exámenes y de libros de texto ya que se lleva a cabo un estudio
directo de la realidad, el respeto a la intimidad del estudiante y fomentar su
autonomía.
2
Para Giner y Cossio la enseñanza debe ser una
excitación permanente a la actividad, a
la curiosidad y a la búsqueda; ya que dice que «No se enseña las cosas, sino
enseñar a hacerla»
3. La enseñanza a partir de este método se
basa en una enseñanza activa ya que el maestro tiene la misión de alumbrar y
alimentar la fuerza personal del educando
Dogma o tolerancia
Giner, tenía muy claro que debía excluirse “la enseñanza
confesional o dogmática” de las escuelas del estado y también de las privadas
ya que pretende dar una dimensión de la vida en común. Formar individuos
capaces de emanciparse de la tutela sectaria de los dogmas es la condición
previa para una convivencia en libertad
ya que no puede haber tolerancia sin respeto ni opiniones ajenas. Pero esa
disposición no es innata, sino que solo puede ser aprendida en el trascurso de
un desarrollo educativo. La tolerancia es para Giner un valor inmanente al
hombre.
La institución propone una escuela neutral, es decir, una
escuela que promueve un sentido religioso general de la vida con independencia
de las formas de manifestación y en ningún caso, verdadera confesión alguna. Y
esto obedece, entre otras cosas, a la decisión de mantener a la escuela
apartada de la aparición de un ciego instinto de exterminio por parte de
aquellos que se creen en posesión de la verdad. Para ellos, la escuela tiene
que crear por encima de eso un profundo sentimiento de solidaridad humana en la
pluralidad.
La figura del maestro
en la Institución Libre de Enseñanza
Para Giner y Cossío la
enseñanza debe ser, una excitación permanente a la actividad, a la curiosidad,
a la búsqueda: No enseñar las cosas, sino enseñar a hacerlas.
Residencia de Estudiantes
La Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas fundó en 1910 la
Residencia de Estudiantes. Desde su origen esta
Residencia se convierte en un foco fundamental en el desarrollo cultural
de España. Alberto Jiménez Fraud dirigió la Residencia de Estudiantes desde que
fue fundada en 1910 hasta 1936 que cerró sus puertas.
Esta institución fue
conocida en gran parte de Europa por la visita regular o por vivir en ella
grandes escritores como Federico García Lorca, Miguel de Unamuno, Manuel de
Falla, Juan Ramón Jiménez, Pedro Salinas, entro otros muchos. Esta
Residencia también sirvió como un foro
para el debate y la difusión de la vida intelectual de entre 1910-1936 donde
Albert Einstein, Marie Curie, Igor Stravinsky y Alexander Calder, entre otros, visitaron y compartieron su
conocimiento en la Residencia.
LuisG. de
Valdeavellano describe del siguiente modo los orígenes y vinculación de La
Residencia de Estudiantes con la Institución Libre de Enseñanza:
“ La ‘Junta’, inspirada
por Giner y Cossío y por su secretario don José Castillejo proyectó la
fundación de una institución educativa de carácter universitario que agrupase
en una misma residencia a un primer grupo de estudiantes que acudían a estudiar
a Madrid y gracias a esta institución se les proporcionaba un alojamiento digno
y un ambiente familiar, cultural e
intimidad, es decir, un complemento que la universidad no podía
proporcionarle dado al sistema educativo vigente( calor de hogar intelectual,
convivencia con profesores, investigadores y personas escogidas que pudiesen
dirigir sus estudios, estímulos para el trabajo individual…). Este proyecto de
integrar al estudiante en un medio propicio que le sirviese de hogar era para
Giner una de las bases fundamentales de su ideal de reforma educativa. Para
ponerlo en práctica pensó en Alberto Jiménez debido a su gran experiencia con
colegios ingleses que más o menos seguían este patrón.
Alberto Jiménez acudió
a la propuesta de don Francisco Giner y, una vez en Madrid, tomo el poder
y el cargo de las instalaciones de este
proyecto de colegio propuesto por la Junta, que decidió llamarlo sencillamente
como ‘residencia’ ya que era el más adecuado por los reducidos medios
económicos que en un principio podían asignarse a la nueva institución. Así, en
el mes de septiembre de 1910, Alberto Jiménez se instaló en un pequeño hotelito
de Fortuny. Allí, en Fortuny, Alberto Jiménez preparó en poco tiempo y con
medios muy reducidos la instalación de la residencia estudiantil proyectada, la
cual fue creada oficialmente por un R. D. de 1º de octubre de 1910 con el
nombre de ‘Residencia de Estudiantes’ (15-17).
La repercusión de La
Residencia de Estudiantes en el primer tercio del siglo XX español es tanto
mayor cuanto representaba una ventana de libertad y de apertura intelectual
dentro del estado opresivo de centralización de la enseñanza en España.
Las Misiones
Pedagógicas
Cossío puso en práctica las llamadas misiones pedagógicas, donde
acerco a los pequeños núcleos rurales, bibliotecas, lecturas, proyecciones,
representaciones teatrales, etc. Estas misiones pedagógicas fue la muestra más
clara de ese «tiempo de la gran ilusión», que representaron los primeros meses
republicanos. Alguno de los miembros más destacados fueron: Antonio Machado,
Pedro Salinas, Ángel Llorca, Óscar Espláy Luis Álvarez Santullano.
El poeta Luis Cernuda, coordinaba el Servicio de la Biblioteca.
Este servicio era uno de los mas importantes del Patronato. Todo este esfuerzo
económico sirvió para la creación de 5522 bibliotecas y la realización de 44
«misiones» a las zonas más deprimidas de España. .
Sus objetivos eran «difundir la cultura general, la moderna
orientación docente y la educación ciudadana en aldeas, villas y lugares, con
especial atención a los intereses espirituales de la población rural». La
acción de las Misiones abarcaba tres aspectos:
1. El fomento de la cultura general a través de la creación de
bibliotecas fijas y circulantes, proyecciones, representaciones, etc.
2. La orientación pedagógica a los maestros de escuelas rurales
3. La educación ciudadana necesaria para hacer comprensibles los
principios de un Gobierno democrático a través de charlas y reuniones públicas.
Entre las múltiples actividades de las Misiones Pedagógicas hay
que destacar: el Museo Pedagógico Nacional, el Museo Circulante; el Coro y el
Teatro del Pueblo y la compañía de teatro universitario La Barraca, dirigido
por Federico García.
La Barraca: La Barraca, teatro universitario con ciertas
limitaciones en su capacidad de movimiento, no tuvo la importancia del «Teatro
del Pueblo» de las Misiones Pedagógicas. Este teatro universitario puso más
intereses artísticos que pedagógicos, surgió hacia 1932 y lo integraron jóvenes
universitarios vinculados a la Residencia de Estudiantes y herederos del
espíritu de la Institución Libre de Enseñanza.
Se regía por un comité directivo, formado por miembros de la
UFEH: cuatro estudiantes de Filosofía y Letras y cuatro estudiantes de
Arquitectura. La administración corría a cargo de los estudiantes del comité
directivo. La Barraca, hizo su presentación oficial pocos días antes de la
Navidad de 1932, en la Universidad Central (Madrid) y su primera salida fue a
la provincia de Soria, elegida por su tradición dramática y el abandono en que
se encontraba en aquellos momentos.
Excelente artículo sobre la Institución libre de Enseñanza, sus principios pedagógicos, su espíritu, sus fuentes de inspiración su importancia e influencia y sus protagonistas.
ResponderEliminarTambién muy enriquecedor todo lo escrito sobre la Residencia de Estudiantes, Las Misiones Pedagógicas, El Teatro del Pueblo...
Un verdadero placer leerlo.
Soy hija de antigua alumna de la Institución. Mi madre Paz Pintado Riba, su hermana María P.R. y su hermano Pablo P.R. estudiaron allí. Pablo ya falleció, Paz y María tienen hoy 92 y 93 años.
Paz estudió 2 carreras universitarias, semíticas y filología inglesa y fue catedrática en los Institutos San Isidro y Lope de Vega e inspectora de educación en Zaragoza.
María estudió químicas y trabajó en el CSIC
Pablo estudió arquitectura e ingeniería y fue arquitecto del Palacio de Congresos de Madrid, que tiene un mural de Miró en la parte superior.
Los tres fueron estudiNtes brillantes y profesionales apasionados por su trabajo, sus padres, María Riba y Sidonio Pintado y la Institución Libre de Enseñanza fueron determinantes en su formación y en su amor por la cultura y la ciencia, su entregace y dedicación en sus profesiones.
Leer este artículo me ha ayudado a entender mejor sus vidas.
Gracias Celia.
¡Hola Ana!
EliminarSoy Adrián Bueno, alumno de Educación Infantil y Primaria en la Universidad de Alcalá. Varias compañeras y yo estamos haciendo un trabajo sobre la Institución Libre de Enseñanza y nos gustaría contar con la historia de Pablo, Paz y María. ¿Sería posible una pequeña entrevista en la que nos contara algunas historias, experiencias...?
¡Muchas gracias y espero que todo vaya bien!
Buenas tardes, Ana
EliminarFui alumno de la madre de Vd. en el Instituto de San Isidro en los cursos 1964-65 y 1966-67. Guardo un recuerdo muy cariñoso de ella, lo que tengo el gusto de transmitirle. También conocí a su tío, D. Pablo, en el Instituto Geográfico Nacional, donde trabajábamos ambos. Alguna vez hablamos, pero no con mucha frecuencia , ya que estábamos en edificios diferentes. Un saludo afectuoso.
Excelente debería ser el propósito de todos los establecimientos educativos del país
ResponderEliminarVaya basura
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